El Día de San Valentín se acerca y la presión por conseguir una pareja para pasar esta fecha se incrementa.
A lo largo de los años nos hemos acostumbrado a percibir la soledad como algo negativo. Desde la clásica concepción de los humanos como seres sociales por naturaleza hasta problemas físicos y psicológicos atribuidos a la falta de compañía, mucho se ha oído sobre el daño que puede causarnos no interactuar con los demás. Sin embargo, más allá de las relaciones amorosas, pasar tiempo a solas también puede ser beneficioso.
La soledad nos forma como personas autónomas
Muchas veces nuestro ajetreado estilo de vida nos impide tomarnos un tiempo para pensar en nosotros. Se suele relacionar el desarrollo personal, incluso profesional, con las relaciones interpersonales. No obstante, saber valernos por nosotros mismos también es importante y para eso es necesario reconocer nuestros defectos, virtudes y límites. Un espacio sin nadie que nos distraiga puede ayudarnos a realizar esta necesaria introspección.

De este modo aprendemos a disfrutar de la compañía que nosotros mismos nos podemos ofrecer, la cual jamás nos va a faltar. También somos más conscientes y autónomos, lo que nos lleva a pensar mejor nuestras acciones y tomar buenas decisiones. Nos volvemos responsables por no contar con la opinión de alguien más al momento de realizar algo. Esto no quiere decir que la retroalimentación es mala, pero desarrollar dependencia y vivir con el temor de no poder hacer algo bien tampoco es lo adecuado.
El amor y la soledad ¿Cuál escoger?
Por supuesto, esto también abarca las relaciones amorosas. Las personas que no toleran la soledad piensan que conseguir pareja puede calmar esta sensación, lo cual es un grave error. Lo único que logran es desarrollar dependencia emocional y estilos de apego poco saludables. Por ejemplo, alguien que le teme a la soledad no querrá terminar una relación, aun si en esta recibe maltrato constantemente. Es la extraña situación en la que huye de lo que teme, pero sigue igual de mal con la «solución» y no se da cuenta de ello. Esto refleja el miedo irracional que muchos le tienen al hecho de estar solos.

Desarrollar una autoestima alta ayuda a encontrar a la persona indicada. Es necesario que uno se comprenda y ame a sí mismo para que sepa hacerlo con alguien más. Y mientras el amor verdadero no llegue se debe ver a la soltería como una oportunidad para seguir creciendo. Se puede aprovechar el tiempo para hobbies, viajes, nuevas experiencias y proyectos. En conclusión, ambas etapas pueden hacernos felices, solo es cuestión de saber aprovechar cada una.
Entonces, ¿estar solo es bueno o malo? Como siempre, el exceso hace que cualquier cosa sea nociva. Estar solos puede afectarnos si vivimos aislados por siempre. Sin embargo, saber sacarle provecho a la soledad momentánea desarrolla nuestra autoconfianza. Es importante saber adaptarnos a todos los escenarios posibles y hay algo que debemos tener claro: Al final del día seremos nuestro último soporte y compañía. Por ende, debemos llevarnos bien con nosotros mismos sin condicionar nuestro valor al número de personas con las que hablamos cada día, o a la falta de una pareja sentimental.
¿Qué hay de ti? ¿Sientes que no puedes estar sin hablar con alguien? ¿No te sientes bien contigo mismo? Te pedimos que nos lo hagas saber en los comentarios para poder brindarte el apoyo necesario. De este modo aprenderás a apreciar estos momentos tan valiosos para tu crecimiento como persona.