Todos somos consientes del papel fundamental del periodismo en la sociedad. Es definida como la práctica profesional de obtener, tratar, interpretar y difundir información en diferentes medios. Medios escritos como el periódico, orales como los podcasts o visuales como infografías. El periodismo es intrínseca al hombre moderno.
Una larga carrera
Con la rápida expansión del hombre en el mundo, al igual que el aumento de la población, la necesidad por un medio de información veloz y sencillo se hacía cada vez más crítico. Si bien, ya existían medios como el habla u obras manuales que satisfacían esta necesidad. Faltaba un factor importante del que carecían esto, la opinión pública. Es así como en la Antigua Roma, surge el Acta diurna, considerado el primer diario de la historia. El cual consistía en unas placas de piedra que agrupaban apuntes cotidianos de negocios y eventos.
Tras la llegada del papel y posteriormente de la imprenta, la comunicación escrita se volvió el medio más práctico para difundir información. A la vez que volvió a la información accesible para todas las personas. Siglos después aparecerían los primeros diarios como tal, originándose así el periodismo como lo conocemos ahora. Ya que era imprescindible el trabajo de personas capacitadas para hacer llegar la información a las masas.
La historia esta repleta de periódicos con gran trascendencia como «El Diario de los Literatos» o «El Correo». Pero si hay algo que caracteriza al periodismo, es su adaptación. La divulgación de la información no podía permitirse límites. Por esto es que encontramos periodismo en todos los medios conocidos, desde el puramente visual, hasta el audio. Es así como, con la llegada del internet, el periodismo empezó un largo proceso de digitalización.
El noticioso presente
Ahora no hay medio de comunicación respetable que no cuente con su plataforma web. Es más, en la actualidad se crean más diarios o revistas digitales que imprentas. Con lo sencillo y barato que es, los diarios digitales son mucho más prácticos, accesibles y baratos, tanto para las empresas como para el consumidor. Las nuevas generaciones, cada vez más numerosas, son nativos digitales. Y son los mayores quienes, al igual que la industria, han tenido que adaptarse a esta nueva realidad.
Pero no todo es color rosa. La facilidad que existe para crear y difundir información, hoy en día representa más una amenaza que una ventaja. En especial en tiempos tan delicados como los actuales. Una amenaza que apunta directamente a nuestra mente y emociones.
La sobresaturación total
Fotografía por Teslariu Mihai en Unsplash
Como comentamos anterior mente, el periodismo se adapta a todos los medios. Por esto, lo encontramos en todas partes. Si contamos al periodismo como información, al igual que la publicidad, estamos rodeados, atiborrados de información que nos llega de todas partes. Si bien, ahora estamos confinados por la pandemia, desde nuestros dispositivos somos bombardeados de noticias, productos, servicios, etc. Y, lamentablemente no todo es verídico.
Actualmente luchamos contra una titánica ola de desinformación. Personas sin escrúpulos, delincuentes o simplemente personas ignorantes, plagan la red de noticias falsas, medias verdades o manipulación como tal. Estar expuestos a tanto, nos afecta negativamente. Nos causa ansiedad y estrés. Tantas noticias negativas nos desmotivan y hasta nos pueden llevar a sentir un vacío existencial.
Afortunadamente, tenemos la capacidad de filtrar lo que consumimos. Somos nosotros quienes decidimos qué información consumimos y como nos afecta. Es importante que tomes las riendas de tu vida, si algo te disgusta, te hace daño o no aporta en tu vida, tienes el deber de cambiarlo. Como un acto de amor propio. Y si lo consideras así, ayudar a los demás en tomar esta decisión trascendental.