Los colores, un importante soporte emocional proveniente de la luz

Los colores son una constante en nuestro día a día. A donde sea que vayamos nuestros ojos percibirán la luz proyectándose en los objetos, dando lugar a distintas tonalidades que genera nuestro cerebro al recibir los estímulos obtenidos. Tras habernos acostumbrado a verlos durante toda nuestra vida ¿podríamos vivir en un mundo sin color? ¿Qué tan importantes son para nuestra mente, cuerpo y alma?

Los colores completan nuestra vida cotidiana

El tópico de su influencia en los seres humanos ha sido ampliamente estudiado. Se sabe que nos transmiten emociones, sensaciones y pueden afectar nuestra toma de decisiones. Al despertar y elegir qué ropa ponernos pensamos en la combinación más apropiada, lo que también significa mostrarle al mundo nuestro estilo y personalidad. Cuando debemos pintar paredes nos tomamos un tiempo para escoger la tonalidad que transmita la sensación adecuada acorde a la situación. Por ejemplo, un hospital requiere tonalidades frías para mantener la calma, mientras que un restaurante busca tonos cálidos que despierten el apetito de los consumidores.

La psicología también ha sido relacionada. Incluso existe la cromoterapia, donde se emplean colores para reducir los niveles de ansiedad en las personas. Este es el resultado de diversos estudios que han asignado emociones y funciones específicas a cada color. Las tonalidades oscuras y opacas representan estados de ánimo negativos y épocas del año frías, mientras que las vivas y brillantes evocan recuerdos de días soleados, alegría y energía. Sin embargo, nuestro cerebro también puede visualizar un atardecer en una paleta de colores cálida, lo que nos transmite calma. Esto significa que un solo color puede transmitir muchas sensaciones, así que son muchos factores lo que se deben analizar para obtener los resultados esperados.

Una realidad sin color

Usualmente, se escuchan quejas de personas que afirman vivir una rutina monótona y de la que no pueden escapar Sin embargo, poco hablan de cómo los colores nos ayudan a sobrellevar esa situación, como suele suceder cuando alguien se enfoca en ver lo negativo. Lo cierto es que estos hacen la vida más tolerable y significativa, y podemos notar que comerciales trabajan esto cuando toman situaciones de la vida real para transmitir un fuerte mensaje y estimular los sentidos de los espectadores.

Una vida en blanco y negro sería deprimente. El contraste no existiría, por lo que nada podría resaltar ni transmitirnos emociones. Si esto último sucede, la publicidad y el marketing tampoco podrían tener éxito, lo que significa menos opciones en las tiendas. Estaríamos sumergidos en nuestros propios pensamientos, sin nada que logre crear una chispa para momentos de relajo y diversión. Al imaginar escenarios como estos uno reconsidera su realidad y presta atención a lo que lo rodea.

Religiosidad, tradiciones, misticismo… los colores pueden transmitirnos de todo. Los disfrutamos de manera inconsciente y cada uno visualiza lo que quiere. Quizás esa es la magia de los colores, nada es absoluto, nos da la libertad de percibir el mundo acorde a experiencias previas. La realidad de cada persona es propia de ella y eso aporta al sentimiento de ser único. Sin duda los colores son un complemento de nuestro estilo de vida y, como suele suceder, realmente sufriríamos su ausencia si nos tocara vivirla. Habiendo dicho esto, esperemos que los colores nos sigan acompañando por un buen tiempo.

Coméntanos, ¿Cuál es tu color favorito y por qué razón? Todos tenemos experiencias propias y siempre resulta enriquecedor compartirlas con los demás. Recuerda que tus colores preferidos le muestran al mundo quién eres.

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