En conmemoración del día del payaso, y a su vez, día del clown terapéutico, hablaremos sobre la huella que ha dejado y deja esta hermosa disciplina que toca cada vez más corazones con empatía y amor.
Una larga historia
Como mencionamos anteriormente en nuestro artículo sobre el origen del clown, el clown se remonta a la era de los faraones, o al menos esto nos dicen las evidencias más antiguas que hemos encontrado al respecto. Evidencias que solo nos mostraban su carácter de entretenimiento. Sin embargo, no es sino hasta la antigua Grecia que contamos con las primeras pruebas sobre el impacto positivo de la risa en la salud.
Ya los antiguos filósofos como Platón y Sócrates reflexionaban sobre la risa y sus efectos en las personas. Pero fue Hipócrates, considerado por varios autores como el padre de la medicina, quien empleó bufones en los centros médicos para entretener a los pacientes, logrando despejar el ambiente dentro del hospital.
Efectos innegables
En la actualidad contamos con inmensidad de estudios que demuestran los grandes beneficios de la risa en la salud mental, física y espiritual. Y estos resultados se extrapolan al clown terapéutico, pues una de sus bases es el humor, ya que, además de aprovechar sus extraordinarios beneficios, lo usa para relajar y hacer entrar en confianza a los pacientes.
Pero, el clown terapéutico como tal, también cuenta con sus estudios específicos que avalan su efectividad. Estudios como «Efectos de la intervención del payaso de hospital en la posición de sujeto enfermo internado en sala de oncología infantil, a partir de la percepción de funcionarios, familiares y payasos« o el libro «Payasos de Hospital Lo Terapeutico Del Clown«. Los cuales incitamos encarecidamente a leer si desean profundizar en este arte tan rico.
Una práctica cada vez más común
Son todas estas pruebas las que han logrado que sea cada vez más aceptado y promovido el clown terapéutico en hospitales y clínicas. Y no son solo los pacientes los más felices con este cambio. También sus familias y el mismo personal médico se ven encantados con el cambio a la rutina que traen consigo los clowns.
Pero el clown terapéutico no aplica exclusivamente a los centros de salud. El tratamiento psicológico muchas veces no se hace en una institución médica. Y ahora son las personas quienes individualmente acuden al clown terapéutico para tratar sus problemas. Y esto lo decimos con certeza, porque la importancia que le damos a la salud mental sigue aumentando exponencialmente en la sociedad.
Sin duda alguna, todos hemos tenido algún tipo de contacto con el clown en nuestras vidas. En la escuela, en el hospital, un amigo que recurrió a esta disciplina, etc. El clown terapéutico está cada vez más presente en la sociedad, y eso nos alegra demasiado, nunca mejor dicho.